Al finalizar un año siempre tenemos sentimientos encontrados. Estamos felices de entrar a uno nuevo y al mismo tiempo sentimos nostalgia recordando lo que sucedió en el año que queda atrás.
A veces, la nostalgia no es porque sucedieron cosas desagradables, quizá no todo lo fue. Pero es la nostalgia de saber que el tiempo que pasó ya no volverá.
Meditamos en lo que pasó, lo que aprendimos y lo que nos ayudó a avanzar. Lo que nos afectó y nos robó tiempo o nos desanimó. Si logramos algo que nos propusimos o no. Seguir leyendo «TRES COSAS que le diría a la Noemí más joven…»
Debe estar conectado para enviar un comentario.