Aunque el estrés puede traer consecuencias negativas, los estudios científicos han concluido que el estrés puede hacerte más fuerte cuando es manejado con la correcta actitud mental.

Te estarás preguntando… ¿Cómo se hace esto?

Todos estamos enfrentando situaciones de mucho estrés en estos momentos. A esto se suma el temor, la incertidumbre y el desánimo. Los sentimientos de impotencia, la tristeza y aflicción. Todo aquello que nos produce el haber perdido el trabajo, haber perdido a un ser querido y el estar aislados.

Cuando estos sentimientos llegan, hay maneras de manejarlos para que no se conviertan en obstáculos que nos detienen y no nos permiten avanzar. Con una actitud mental diferente, el stress te puede hacer más fuerte.

TE CONFIESO ALGO

En donde vivo, tenemos restricciones para no salir de casa. Sólo se puede salir si necesitas alimentos o medicinas. Me imagino que esto es cierto en tu país también.

Ayer, tuve que ir al supermercado con mi esposo para comprar alimentos. Para mi sorpresa, no era la única persona fuera de su casa. Había un montón de personas. Esto puede producir stress.

Antes que esta ley de no salir de casa, todos empezamos a comprar alimentos y por supuesto papel higiénico. (Sonrisa). Una persona que conozco quería comprar un poquito más de la cuenta (No soy yo).

Ayer, ya que estaba en el supermercado, aproveché para devolver algunas cosas. Te confieso que el estar en una línea esperando me provoca impaciencia. Sentía que mi nivel de estrés se estaba acrecentando. Allí parada con seis pies de separación y con mi máscara, me sentía muy impaciente.

Después de haber hecho lo que tenía que hacer, llegué al carro y reconocí el estrés que sentía. Dejé que ese peso se hiciera presente. Tomé un profundo respiro y me relajé.

TRES MANERAS DE USAR TU ESTRÉS PARA HACERTE FUERTE

En lo que he aprendido sobre este tema hay TRES COSAS que tú y yo podemos hacer en los momentos de estrés:

1.  Reconoce tu estrés

Esto significa que no vas a ignorar lo que estás sintiendo. Otros pueden tener peores cosas en estos momentos, es cierto. Sin embargo, eso que tú sientes es necesario que lo traigas a la mesa por más trivial o importante que sea.

Por ejemplo: No tener trabajo, o no tener quien cuide de los niños. A lo mejor alguien se enfermó. El estar encerrados en casa. El temor de enfermarse. El no poder comer lo que quieres. El no tener conexión de internet. Cualquier cosa que esté ocasionándote estrés, hay que reconocerla.

2. Aprópiate de tu estrés

El estrés que sientes está conectado con algo que es de suma importancia para ti. En mi caso, el estar en línea para devolver algo que yo no compré sino esa otra persona, (que quiso comprar más de la cuenta), me llenó de estrés. Yo valoro mucho el tiempo, me gusta emplearlo bien y veía eso como pérdida de tiempo.

Analiza cual es la razón que te está invitando a tener ese estrés.

3. Usa tu estrés

Canaliza tu tiempo y tu energía en lo que valorizas. En mi caso, si perder el tiempo me produce estrés, entonces voy a invertir mi tiempo en cosas que me hagan sentir que estoy usándolo bien. Además, no voy a buscar hacer cosas que no me ayudan a aprovechar el tiempo y me producen estrés.

No dejes que el estrés te estrese. Negar que tienes estrés o sus efectos negativos no ayuda en nada.

El utilizar el estrés para sacarle provecho, es una mejor actitud mental.

LA PALABRA DE DIOS ALIVIA TU ESTRÉS

A lo mejor esto es nuevo para ti. Pero la misma Biblia dice esto:

«Cuando la presión y el estrés se me vienen encima,
yo encuentro alegría en tus mandatos»
Salmos 119:143 (NTV)

Otra versión dice:

«Cuando estoy afligido y en problemas,
tus mandamientos son mi alegría» (TLA)

Este es el resultado de lo que la Palabra de Dios hace en momentos de estrés, aflicción o en problemas.

La Palabra de Dios es un antídoto para el estrés.

«Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo,
Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo,
los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables»
1 Pero 5:10 (NVI)

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