El año pasado tuve la oportunidad de trabajar algunos días en las escuelas cercanas en dónde vivo.

Cada vez que iba, podía ver a niños pequeños cargando mochilas llenas de libros y cosas que parecen que los están impulsando a caerse de cabeza al piso.

Me he puesto a pensar que a veces nosotras estamos así. Cargando con cosas que son demasiado pesadas para cargarlas solas.

¡Ya es tiempo de hacer algo diferente! ¿No te parece?

Aquí está un versículo que siempre nos recuerda algo importante:

«Entrégale tus cargas al Señor,
y él cuidará de ti; no permitirá
que los justos tropiecen y caigan»
Salmos 55:22

De una cosa estoy convencida y es que Dios utiliza su Palabra para hablarnos en los momentos precisos. Él nos habla en las situaciones precisas que estamos enfrentando. Basta un versículo para decirnos lo que tenemos que saber.

Las cargas pesadas y que no hemos querido entregárselas a Dios, tienen el potencial de hacernos tropezar y caer. Por esto, este consejo es crucial que lo acatemos desde hoy.

Dios dice que lo que está pesando en nuestras mentes y corazones tenemos que dárselo a Él. No es un acto de dárselo para olvidarnos de nuestra parte en eso. Es un acto de fe y de confianza que dice: «Yo no puedo con esto sola, pero contigo sí puedo». El apóstol Pedro insistió en lo mismo aquí:

«Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades
en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes»
1 Pedro 5:7 (NTV)

No sé en dónde te encuentras hoy y con qué cargas, preocupaciones y ansiedades estás. Quiero decirte que tú puedes encontrar en la Palabra de Dios el descanso que sus promesas traen a nuestras vidas. La lectura de su Palabra ha sido clave para que mi vida florezca y pueda experimentar felicidad y éxito aún en medio de las circunstancias adversas por las que he tenido que pasar.

LA PALABRA DE DIOS ES PARA CUALQUIER SITUACIÓN

Mi pastor hablaba el Domingo de la importancia de involucrarse en la historia de las Escrituras. Dios nos invita a ser parte de una historia de redención, salvación, restauración y liberación.

Tú y yo tenemos la Biblia que es en dónde Dios nos muestra nuestra parte en ese plan. Tu parte no es cargar con todas las cargas pesadas que tienes hoy.

Este año tiene que ser uno en el que cambiemos nuestra manera de ver la Palabra de Dios y empezar a valorarla por lo que es y lo que tiene para ti y para mi. ¿Yo quiero esto y tú?

Solamente cuando hagas esto, vas a ser una mujer diferente, con ganas de vivir, feliz, con ánimo, fe y esperanza. Vas a lograr lo que quieres y a dar mucho fruto.

Si eres como yo, el temor no te deja despojarte de tus cargas y entregárselas a Dios.  Puedes pensar que a Él no le interesan o que simplemente se olvidó que existes.

Tú y yo necesitamos del Señor y su Palabra para continuar la jornada. Con Él podemos afrontar cualquier dificultad, temor, ansiedad, conflictos, soledad, tristeza o carencia de algo.

Mi libro De Cenizas a Belleza, te habla mucho más sobre esto. Lo puedes adquirir presionando el enlace.

«No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús» Filipenses 4:6-7 (NTV)

Deja un comentario y comparte que versículo te ha ayudado para depositar tus cargas en Dios.

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